
A raiz del Domund, pienso que lo verdaderamente injusto es que no nos demos cuenta de la injusticia que hay en el mundo. Está claro que podemos vivir relativamente bien, y bastante tenemos con el día a día y nuestras realidades, pero la mayoría de nosotros tenemos cubiertas casi todas nuestras necesidades. Ser solidarios con los que menos tienen, a nuestro lado o en el cuerno de África, es de justicia.
Mi experiencia me dice que cuando uno se da y hace algo por los demás, uno se siente más feliz si cabe. Es como llenar una vasija de agujeros que se llena pero pesa menos. Recuerdo de nuevo la máxima hindú de que "todo lo que no se da se pierde", a mí excepto con los libros, me funciona de forma proporcional a la felicidad.
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